martes, 6 de septiembre de 2011

SIGNIFICADO DE LOS ARCANOS MAYORES: LA JUSTICIA


ASPECTOS NEGATIVOS DE LA JUSTICIA
Indecisión, injusticia, demasiado poder cuando no es necesario, malas intenciones, enfermedad, sólo considera sus propios métodos, delitos premiados, justicia ciega, justicia creada por el hombre, desventaja, propaganda, no se le permite ayudar, caos, sufrimiento, deudas kármicas, prisión, laxitud cuando se requiere severidad, rigor cuando se precisa compasión.

PALABRAS CLAVE DE LA JUSTICIA
Reajuste, diplomático, moral/ética, derecho/abogados, código de conducta, acusación, testigo, culpa, pacto, juicio, demandado, pena, castigo, terminante, sentencia.


Se encuentra ante una enorme balanza. A su espal­da, una figura encapuchada lo insta a subirse a uno de los platillos. Mientras usted sube, siente una vibración. Algo —no sabe exactamente qué— ha sido colocado en el otro platillo, que ahora actúa como contrapeso. Siente el balanceo ascendente y descendente de la ba­lanza. No está seguro del significado de esta etapa del Viaje. ¿Qué le sucederá si la balanza se inclina hacia su lado? Además de su persona, vislumbra sombras de extrañas formas agazapadas en la oscuridad, sombras que se abalanzarán sobre usted si «fracasa». Dé vida a la escena. ¿Qué ocurre entonces?
La Justicia nunca nos abandona, está en todas partes y en todas las cosas. La Justicia representa el equilibrio y está vinculada al símbolo de la estabilidad y a todos los aparatos de peso y medición. Si no añadimos un poco aquí y quitamos un poco allá para mantener el equili­brio de los platillos, como si fueran el corazón y la men­te, se producirá el desequilibrio.
La Justicia puede definirse como una forma de co­mercio. Para obtener algo, hay que pagar por ello. La Justicia hace referencia a esas cosas sencillas e insig­nificantes que damos por sentadas en nuestras vidas. La Justicia sólo es posible si damos y tomamos. La Justicia representa la ley del intercambio: tomamos algo y debemos dar algo a cambio. Si usted consigue equili­brar ambos platillos de la balanza, habrá alcanzado la justicia.
La Justicia nos previene de violar los derechos de los demás. Nos enseña el principio de la propiedad y el res­peto por el patrimonio ajeno. Quien no respeta la pro­piedad de los demás, pone en peligro la suya.
Para comprender realmente a la Justicia, hay que te­ner en cuenta no sólo los bienes materiales, sino tam­bién los sentimientos y pensamientos. Si damos dema­siada importancia a la riqueza y los bienes materiales, la necesidad de desarrollar nuestra vida espiritual cada vez será menor. Ya no tendremos deseos de leer, de es­tudiar o meditar, porque ya no existirá la necesidad que nos impulsaba a hacer tales cosas. Si aceptamos que a veces es preciso privarse de ciertas comodidades, no tardaremos en sentirnos renacer.
No podemos escapar de las consecuencias de nues­tros actos. Hemos olvidado la mayoría de las cosas ma­las o negativas que hemos hecho en el pasado, pero en realidad yacen, como las ratas muertas, bajo los tablo­nes del suelo, descomponiéndose y desprendiendo un olor cada vez más difícil de pasar por alto. Podemos in­tentar disimularlo con perfumes, pero con el tiempo los tablones se pudrirán y los cimientos desaparecerán como quien tira de una alfombra bajo nuestros pies. En nuestra sociedad, las personas tienden a hacer lo impo­sible por ocultar un problema en lugar de enfrentarse al mal o la negligencia que lo causa.
Gran parte del «negativismo» imperante procede de la gente que intenta solucionar los problemas con métodos destructivos. Las personas necesitan desafíos que afrontar y superar. Cuando no los tienen, se crean sus propios problemas, como un defecto de salud, depre­sión, apatía, drogadicción, etc.
La carta de la Justicia nos habla del karma, que signifi­ca que cada uno de nosotros será recompensado por el bien que ha hecho y castigado por el mal cometido. El proceso del karma puede tardar en filtrarse, pero es inelu­dible.
Al igual que la cadena kármica de causa y efecto, en la naturaleza existe otra clase de equilibrio: la cadena de alimentación. Ecológicamente, la naturaleza es una gran alquimista que transforma los desechos naturales en cielos y aguas diáfanos. Es el género humano, no obstante, el que amenaza gravemente la capacidad de la naturaleza para seguir adelante.

 

No hay comentarios: